"327 alumbramientos por las huellas del olvido"
Daños colaterales
El cuerpo de la naranja fue cortado en seis partes iguales
pero no hubo sumo que beber
El cuchillo fue abandonado al óxido
fue difícil distinguir el cuerpo del delito
pues la mano abandonó su sangre
para recibir los pagos
La gallina fue al maíz
encontró una montonera de esquirlas
y el buche se le atragantó antes que el plomo
fuera mierda
El pez murió por la boca
ya había tragado tanto muerto
que el río escapó a su charco
El dolor fue recogido en tasas
no hubo loza que le rebosara
Las madres tenían “la misma cara”
enjutas y atormentadas
la verdad era un cilicio
sin canonización
Los vecinos prendieron la tele a alto volumen
para que el grito de las balas no temblaran las paredes
alzaron barricadas de colchones para que la violencia
no les entrara hasta la casa
dejaron de contar ovejas para dormir
El insomnio les reproducía cabezas
ya todas tan conocidas
A las seis en punto se sirve el himno nacional
en una tasa de café
Colombia es ajena a sus costumbres
por sólo gusto de seguir siendo la misma.
Diana Carolina Hidalgo